La ganadería ha sido la principal actividad de la humanidad para producir alimento desde hace más de 10.000 años. En el mundo globalizado de hoy en día, este rubro enfrenta contrastes y retos medioambientales.
Los sistemas ganaderos se pueden clasificar de acuerdo a diversos criterios. La distinción entre la ganadería extensiva y la ganadería intensiva es la más utilizada, ya que estos son los métodos más comunes para el procesamiento de los alimentos que se consumen a nivel mundial.
¿Qué es la ganadería?
La producción ganadera es el primer paso de una cadena industrial y comercial que se enfoca en la distribución de carne, alimentos procesados y productos derivados de la leche.
Este proceso implica distintas y variadas etapas. Sin embargo, por su relación con el espacio y los impactos económicos, ambientales y sociales que implica, la producción ganadera es el elemento fundamental de todo el proceso.
La ganadería es la actividad económica que consiste en la crianza, alimentación y explotación de animales mamíferos grandes y domesticados. Estos animales, también conocidos como ‘ganado’, son aptos para el consumo humano.
Para lograrlo, se agrupan estos animales en amplias extensiones de terreno abierto con abundantes nutrientes para que crezcan y se reproduzcan. Por lo tanto, se trata de una actividad muy relacionada con la agricultura.
El objetivo: obtener carne, huevos, leche y lanas. Dependiendo de la especie y el producto, el ganado se clasifica en:
- Ganado bovino (o vacuno): proviene de la vaca (hembra) y el buey (macho). Es el principal tipo de ganado y el más trabajado en todo el mundo. De allí se extrae leche, carnes, cuero, entre otros productos.
- El ganado ovino: de la oveja (hembra) y carnero (macho): importante fuente de pieles, lanas y leche.
- Ganado porcino: del cerdo, es un mamífero del que se procesa una notable cantidad de carne, aceites y cuero para fines industriales.
- El ganado caprino: de la cabra (hembra) o chivo (macho). Con frecuencia, este animal se localiza en zonas montañosas. De él se obtienen carnes y productos lácteos como leche y quesos.
- Ganado equino: crianza de caballos para uso de trabajo o deportivo.
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Una vez conocidos los principales tipos de ganados, se puede proceder a entender las dos principales metodologías con la que se trabaja la tierra: la ganadería extensiva y la ganadería intensiva.
Ganadería extensiva
Es la forma tradicional de la ganadería, hace uso de métodos orgánicos para la alimentación y desarrollo de los animales.
Para lograrlo, se permite que los animales hagan uso del terreno, alimentándose de pasto, pienso o cualquier tipo de nutrientes naturales. No obstante, se los vigila y monitorea de forma periódica.
En la ganadería extensiva, el uso del terreno es de hasta dos animales por hectárea. Estas áreas o terrenos son ecosistemas naturales que han sido modificados de forma artificial. Esto se realiza en función de las necesidades humanas vinculadas al rubro.
La ganadería extensiva implica minimizar el uso de fertilizantes sintéticos o suplementos con contenido tóxico para el ambiente. Esto se debe a que el objetivo, además de producir, es también proteger el territorio.
Es un método más sustentable con el ecosistema porque se ahorran recursos energéticos y no se contamina la tierra.
La ganadería extensiva presenta la desventaja de que el tiempo natural que necesitan los animales para comer y desarrollarse se hace insuficiente para el ritmo acelerado de comercialización mundial.
En esta técnica ganadera, los animales viven en condiciones de vida naturales. Esto ayuda a que se mantengan sanos y fértiles y se reduzca la necesidad de atención veterinaria y de medicamentos.
Por lo general, en la ganadería extensiva los animales aumentan hasta 450 gramos por día.
Debido que no solo protege el ambiente, sino que también emplea un trato digno a los animales, muchos consumidores actualmente se aseguran de escoger productos que provengan de la ganadería extensiva.
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La ganadería extensiva es la más común en América Central, América Latina, Australia y las islas del Pacífico. En América Latina, la ganadería extensiva es una de las grandes culpables de la deforestación.
En cambio, este tipo de ganadería es prácticamente nula en los países de Asia y África.
Ganadería intensiva
La ganadería intensiva se destaca por los altos volúmenes de producción y estándares de calidad. Dirigida para cadenas de distribución masivas, este tipo de ganadería se enfoca en la optimización de tiempo.
Para un rápido crecimiento y desarrollo de los animales, se hacen uso de numerosos complementos alimenticios y fertilizantes con niveles concentrados en nutrientes.
Los animales suelen estar en lugares cerrados, con poco espacio de movilidad y limitados a comer. Además, se los mantienen en condiciones de temperatura, humedad e iluminación generadas de forma artificial y adaptadas a acelerar su crecimiento y obtener una alta productividad en el menor tiempo posible.
La ganadería intensiva se caracteriza por los altos costes de infraestructura y recursos. También, porque el uso de los alimentos enriquecidos y fertilizantes deja un impacto contaminante y corrosivo en la naturaleza.
La ganadería intensiva apunta a maximizar los recursos económicos y productivos a través de la explotación animal. Por eso, incorpora tecnologías para aumentar la reproducción, engorde y crecimiento del ganado.
Por eso, la ganadería intensiva se considera un sistema agresivo y eficiente que controla al máximo el desarrollo animal.
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Diferencias entre estos tipos de ganadería
Las diferencias en cuanto a ventajas y desventajas de la ganadería extensiva frente a la ganadería intensiva es un debate frecuente. A continuación, presentamos las más notables diferencias entre estos dos tipos de ganadería:
- Costes de inversión: la ganadería extensiva requiere grandes hectáreas de territorio para que los animales se desarrollen. La ganadería intensiva necesita poco espacio físico. Sin embargo, demanda una alta cantidad de materiales y alimentos enriquecidos para acelerar el crecimiento.
- Homogeneidad: en su forma extensiva, la ganadería no ofrece homogeneidad en sus productos. Por su parte, en la ganadería intensiva, se garantiza la homogeneidad porque se examina y clasifica con gran detalle para garantizar altos niveles de calidad.
- Consumo energético: el consumo de agua, electricidad y otros recursos usados en la ganadería intensiva puede triplicar el consumo en su forma tradicional extensiva.
- Ambiente y sustentabilidad: sin duda es el aspecto más preocupante. Numerosos estudios han demostrado y confirmado el grave daño que la ganadería intensiva ocasiona en el ambiente. Químicos en los fertilizantes que contaminan el agua, erosión y sequía en la tierra, contaminación en la capa de ozono debido al monóxido de carbono, consumo elevado de gasolina y otros combustibles fósiles, etc. Son numerosos los daños indelebles al ecosistema. Esto ha encendido las alarmas de los gobiernos y corporaciones a nivel mundial para frenar, o al menos minimizar, el efecto colateral en el planeta.
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Los productos de la ganadería
La ganadería extensiva genera distintos tipos de productos. La industria ganadera no solo produce carne. A su vez, también genera otro tipo de alimentos tales como la leche y los productos lácteos (manteca, queso, yogures, etc.), grasas animales, huevos y miel.
Además, produce también fibras y materiales entre los que se encuentran la lana, plumas, pieles, cuero, harinas animales, hueso, cuernos, cera y seda, entre otros.
Asimismo, genera el mantenimiento de pastizales, la generación de hábitats artificiales y conservación de algunos de los naturales, el consumo de subproductos agrícolas, la prevención de incendios y la transferencia de fertilidad.
Por último, la ganadería es un gran generador de fuentes de trabajo. Si bien la tecnología ha permitido desarrollar maquinaria para muchas de las actividades antes llevadas a cabo por personas, quedan aún muchas tareas dependientes de la labor humana.
En conclusión
La ganadería es, cada vez más, el foco de diversas críticas de carácter ambiental, social y ético. De entre las dos grandes modalidades de ganadería, la ganadería extensiva es la menos dañina para el ambiente, aunque no por eso deja de implicar deforestación de grandes superficies y contaminación.
No obstante, la ganadería supone, para muchos, un importante valor cultural, tradicional y patrimonial, vinculado con el tiempo que las personas han venido dedicándose a esta industria.
A su vez, el rubro ganadero tiene construido a su alrededor un complejo ecosistema de instituciones, empleados, comercio internacional y soberanía alimenticia.
1 comentario en «Ganadería Intensiva y Extensiva: Qué son y qué diferencias tienen»