La ganadería en Argentina es una referencia constante a nivel mundial para la industria bovina. Esto se debe a que ocupa los primeros lugares en la crianza de ganado tanto para la importación como para la exportación.
En 2017 Argentina fue el sexto país productor a nivel mundial. Esto se debe a que produjo aproximadamente 2000 toneladas de esta carne en el mundo después de China e India, según cifras del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
No obstante, según expertos y académicos en macro economía, ha habido en los últimos años una reducción de la superficie ganadera y una reducción en el stock nacional debido a varios factores socio económicos.
En este artículo te contaremos la situación real de la ganadería argentina y de sus próximos desafíos.
Situación de la ganadería en Argentina
En 2010, la ganadería en Argentina exportaba 250 toneladas de carne bovina. En cambio, para 2012 la industria mostró uno de los mayores descensos. Finalmente, se recuperó en 2017, año en el que apenas se acercó a estos 250 iniciales.
Esto muestra un estancamiento: coloca a Argentina en el puesto décimo primero de la lista de exportadores, detrás de otros países latinoamericanos como Uruguay y México.
No obstante, para 2019 la industria ganadera en Argentina comenzó a recuperar su protagonismo como actor importante dentro del rubro.
Según cifras del Departamento de Agricultura de USA, 2009 fue el año en que más se consumió internamente carne bovina (260 toneladas). Los momentos de mayor reducción han sido en el 2001 y en el 2015, con 2 toneladas. Este panorama preocupa a los empresarios.
Esta situación se debe múltiples factores como la diversificación de los mercados a cultivos de soja, por ejemplo, como se explica en el estudio «Situación Actual y prospectiva ganadería Argentina, enfoque regional», de la Asociación Latinoamericana de Producción Animal.
Este informe señala también que uno de los factores claves para la reducción del mercado de exportación de carnes ha sido dual. La reducción del terreno para esta actividad, por un lado, y el ganado extensivo, por otro.
El cultivo de soja en Argentina ha alcanzado a representar un 60% del total de la superficie sembrada del país. Y su creciente expansión está directamente vinculada con variables y demandas globales. Esto se debe a que casi la totalidad de la soja cultivada se exporta hacia el resto del mundo.
Si te interesa la producción de soja a nivel mundial, no olvides leer este artículo.
Otra causa perjudicial para la ganadería en Argentina ha sido la liquidación del 2007, momento en el que los ganaderos dejaron de beneficiarse con los precios del mercado internacional. Este contexto debilitó la inversión y motivó la migración de los productores a otras actividades agrícolas.
Consulta el sitio oficial del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca en Argentina.
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Realidad del sector ganadero argentino
De acuerdo a lo señalado por la Cámara de Consignatarios de Productos del País al diario La Nación, uno de los factores claves para el descenso de los precios de la carne hasta 62 centavos de dólar es el cierre de los mercados internacionales y el excedente del producto en el mercado nacional.
Este panorama se hace más complejo porque los frigoríficos están llenos de carne congelada. Asimismo, los consumidores no compran la misma cantidad que antes, a causa de la fuerte recesión en ese país.
Por esta razón, los productores se han movilizado hacia otros mercados como el del cultivo de la soja, granos y producción de lana. Estos productos son requeridos internacionalmente en gran cantidad.
Con respecto a la ganadería ovina en Argentina, esta se enfoca casi en un 50% a la producción de lana, especialmente en los territorios de la Patagonia.
En un informe realizado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, se estima que en 1960 se vendían más de 40 millones de cabezas de ovejas. Para 2001, en cambio, esta cifra disminuyó en 12,5 millones.
Esto se debe a la desertificación de la Patagonia, la fluctuación de los precios en el mercado internacional y a los altos gastos que implica este tipo de ganadería, que es más especializada que la vacuna.
Con respecto a la Expo Rural de Palermo 2019, hubo un acercamiento entre el gobierno y empresas privadas para desarrollar el mercado interno de este tipo de carne a partir de la ingesta diaria de los argentinos, que no suelen comer oveja.
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Inconvenientes de la ganadería argentina
Aparte de la bajada de precios y la limitación de las exportaciones, hay otro inconveniente importante en el sector.
Ese inconveniente es la aplicación de forma incorrecta de tratamientos contra la parasitosis, como lo aseguró la Cámara Argentina de Productos Veterinarios al diario Apertura. Según estas declaraciones, hay una pérdida anual de 28 millones de dólares debido a condiciones insalubres en el campo.
Economistas señalan que la presiones estatales para reducir los precios en el mercado nacional en el 2006, sumado a regulaciones para la exportación, han causado el debilitamiento de la industria.
Además, existe un stock excesivo de carne congelada que genera pérdidas para todos los productores frente a un mercado internacional cada vez más exigente con el surgimiento de las economías, tales como India y México.
Se puede resumir entonces que el estancamiento y reducción de la industria vacuna en una economía como la de Argentina ha sido un fenómeno complejo.
En él han incidido distintos aspectos claves. Entre ellos, se destacan las regulaciones estatales, el acortamiento de este tipo de suelos para la ganadería, la entrada de otros países vecinos, la competición de los precios, la disminución de la calidad de las prácticas sanitarias y la reducción del consumo nacional.
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Conclusiones y desafíos a futuro
¿Se puede recuperar la ganadería argentina?
No lo sabemos. De momento el panorama es complicado, sobre todo por la situación política y económica.
Llegado a este punto, se puede afirmar que una economía debe sustentarse en la confianza entre todos los sectores involucrados en la industria. Y eso es algo de lo que hoy Argentina carece.
Es decir, el Estado no debe imponer medidas que debiliten los precios y creen cargas a los emprendedores nacionales. El Estado, en cambio, debe brindar una espalda o un marco estable y de seguridades para que la industria ganadera del país pueda crecer.
El Estado es quien debe invertir en la producción natural, en la innovación y en la tecnología para aprovechar al máximo el potencial en la ganadería vacuna, ovina y caprina de su país. En Argentina, estos mercados aún están por desarrollarse tanto para el consumidor interno como para el externo.
Es así como se genera un nuevo desafío a futuro. Este consiste en desarrollar de nuevo la industria autónoma para impulsar la exportación en una competición co-responsable y leal. En este contexto, todos los productores pueden crecer en la industria argentina sin menoscabar la calidad de la carne, uno de los alimentos predilectos de los sureños.
Cultivos como la lana, los cereales y la soja son fortalezas de la ganadería en Argentina. No obstante, el país debe dar pasos claves para poder recuperar la potencialidad de su industria ganadera en el continente y en el mundo.
Podrá ser conocida por lo espectacular de sus carnes, por el fútbol y por otras costumbres y tradiciones argentinas, pero en materia ganadera también lo es, y debe de mejorar mucho si quiere volver a crecer.
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1 comentario en «Ganadería en Argentina: Realidad, problemas y factores claves del sector»